sábado, 21 de marzo de 2015

Iqbal Masih, lágrimas, sorpresas y coraje... de Miguel Griot

Iqbal Masih, lágrimas, sorpresas y coraje...

Miguel Griot




288 páginas

(+ 12 años)







Por José R. Cortés Criado.

Miguel Griot nos presenta un libro dedicado a Iqbal Masih, mártir de la esclavitud infantil, desde una perspectiva original. No se trata de una biografía ni un relato con su planteamiento, nudo y desenlace; este libro está estructurado como si de un informativo se tratase, donde cada uno de los personajes expondrá su opinión sobre el protagonista sin más.

El lector es el destinatario de cada una de las opiniones y deberá ir formando en su mente el relato que configura la vida de este joven, distinto a sus amigos, que se preguntaba por qué le había tocado esa existencia y no otra.

Página a página nos vamos haciendo una idea de su forma de pensar, de su aspecto físico, conoceremos sus gustos, su forma de ver la vida, de enfrentarse  a los problemas y, sobre todo, conoceremos sus ansias por ser libre y aprender de todo y de todos.

Es un acierto del autor no mostrar sus ideas directamente y darles la voz a sus amigos, familiares y numerosas personas que conocieron a tan singular personaje. El lector se siente receptor directo de las intervenciones de cada uno de ellos, consiguiendo involucrarse más en la trama.

Seguro que este volumen gustará a los jóvenes lectores que serán atrapados por este relato sencillo y complejo al mismo tiempo, y los hará reflexionar sobre las condiciones de vida de otras personas que nacieron en otro país diferente a los de nuestro entorno.





Si quieres saber más sobre el protagonista, sigue leyendo.

Iqbal Masih hoy es el símbolo de la lucha contra la esclavitud infantil en el mundo.

Era un niño pakistaní que a la edad de cuatro años fue cedido por su padre a un fabricante de alfombras a cambio de un préstamo de 600 rupias (hoy unos cinco euros y medio) que pidió para celebrar la boda de su hijo mayor.

Trabajaba doce horas al día los siete días de la semana en condiciones de esclavitud, como se escapó en más de una ocasión cambió de dueño, fue azotado, atado al telar…, hasta que un día se fugó para escuchar una charla del sindicato Bhatta Mazdoor Mahaz (Frente de los trabajadores de ladrillos) y consiguió ayuda de esta institución para librarse de su deuda eterna, pues los intereses la hacían aumentar y él solo cobraba una rupia por jornada trabajada.

Desde entonces se convirtió en un activista en pro de la infancia y denunció ante todo el mundo las condiciones laborales de sus congéneres; llegando a ser el símbolo de millones de niños del mundo que sufren actualmente una situación similar; un niño de doce años con aspecto físico de uno de seis debido a las carencias padecidas, se enfrentó a los dueños de los telares de todo Pakistán.

Después de viajar por Suecia y Estados Unidos denunciando la injusticia padecida y pedir ayuda para todos aquellos que aún la padecían, el 16 de abril de 1995 fue abatido a tiros en Lahore, su pueblo natal, nunca se detuvo al asesino pero todo apunta a que fue orquestado por alguna empresa que Iqbal y el sindicato estaban investigando.

Desde el año 1998, el 16 de abril se celebra como Día Mundial contra la Esclavitud Infantil.


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