sábado, 18 de julio de 2015

El desván de Tesla de Neal Shusterman y Eric Elfman

El desván de Tesla

Trilogía de los Accelerati 1

Neal Shusterman


Eric Elfman



14x21 cm, 296 páginas

(+12 años) 2015




Por José R, Cortés Criado.


Nick es un joven de catorce años que por avatares familiares se ha de mudar a una vieja casa victoriana, que heredaron de una anciana tía, junto con su hermano pequeño, Danny y el padre de ambos, el señor Slate.

La llegada al pueblo no fue lo mejor que le pasó a esta familia pero si fue algo que les cambió la vida, sobre todo al mayor de los hijos y todo comenzó cuando descolgó la escalera de acceso al desván y le cayó una vieja tostadora en la frente.

Una vez vueltos de urgencia, Nick pensó en deshacerse de todos los chismes viejos y olvidados del desván para instalar allí su dormitorio.

Para ello la mejor forma que se le ocurrió fue organizar un mercadillo en la puerta de su casa. Cuando sacaron todas esas cosas viejas, cubiertas de polvo y sin aparente utilidad alguna comenzó a llover y Nick se arrepintió de haber organizado el acto; pero dado que se oscureció el cielo, el padre encendió una vieja lámpara y comenzaron a acudir compradores compulsivos que adquirían objetos extraños a precios elevados.
Resuelta la venta, ninguno de la familia podía creer el hecho pero fue real; lo que Nick desconocía en ese momento es la trascendencia que tendrán en sus vidas y la de los demás esos raros objetos.

A lo largo de la novela se va desentrañando la trama, Nick hace amistad con chicos de su clase algo extraños; el que apenas habla de su padre para no informar de donde se halla; la chica que destroza objetos para crear arte; el jovencito que vive al margen de todos encerrado en su casa o la joven que se cree el centro de atención, en fin unos amigos un poco diferentes.
Pero todo cobra sentido cuando se enteran de que los objetos allí vendidos pertenecieron a un científico, Tesla, enemigo de Edison, pero mejor científico que él, llegando a crear objetos de apariencia ordinaria: rulos para el pelo, cámara de fotos, secador de pelo, bate y guante de béisbol…, pero que tenían unos poderes extraordinarios.

Tras estos artilugios va una organización supersecreta, los Accelerati, que con métodos poco ortodoxos, mucha tecnología y gran poder económico intentan apoderarse de todos los objetos para controlar la civilización.

Nick y sus amigos cada vez están más preocupados por el desarrollo de los acontecimientos, y es que provocar una lluvia de meteoritos, saber que tu desván tiene vida propia y desplaza los objetos que hay en su interior, poseer una máquina que hace resucitar a los muertos mientras están enchufados a ella o una cámara fotográfica que fotografía el futuro no es cosa para tomársela con calma.

Desde que los Accelerati hacen acto de presencia, la novela toma un giro inesperado y  a las aventuras cotidianas de un grupo de chicos se une el misterio, la intriga y la preocupación al saber que una sociedad de científicos anda tras los cacharros vendidos por Nick.

Los autores han sabido construir una novela de aventuras con dosis de humor e ingenio, unidos a anécdotas históricas curiosas y a la preocupación por nuestro planeta, donde unos buenos personajes se debaten en la búsqueda de todas las piezas de Nikola Tesla antes de que caigan en manos de los dudosos Accelerati.

El desván de Tesla es un buen inicio para la Trilogía de los Accelerati que en fecha próxima publicará un nuevo volumen que ya esperan ansiosos más de uno de sus lectores.




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